LA CONSPIRACION
- Hundan al Mariana I !!!
Al mejor estilo de la "omertá" (silencio) de la mafia siciliana, varios oficiales de la Armada y la PNN uruguayas se ocuparon, desde un principio en trabar y desmoralizar todo intento de investigación.
Como más notables fueron:
Capitán de Navío Ney Escandón. Quien se presentó ante nosotros como "Jefe de la Flota de Mar". Este marino, "premiado" hoy como representante en la Agregaduría Naval de Uruguay en Inglaterra, prometió un pronto reflotamiento de la nave siniestrada. Pero luego en los hechos tardaron dos meses y cuatro días para levantar apenas un pequeño velero.
De nada sirvieron nuestros ofrecimientos de hacerlo por cuenta propia. Teníamos dos barcos argentinos dispuestos a la maniobra. Pero Escandón no nos autorizaba hacerlo.
Capitán de Fragata Franzini, Jefe de Prensa y Difusión de la Armada. A cambio de que le entregáramos foto y descripción física de Pablo para ponerla en la red, para que así llegara "incluso a los destacamentos de frontera" nos persuadió de que no fuéramos a los medios. "Los van a hacer llorar en cámara. Dejen, yo me ocupo".
Al mes y a los dos y a mucho más comprobé que no lo había hecho. Me dediqué personalmente a visitar casi todos los destacamentos de la PNN: desde el más cercano a Montevideo, Trouville, de Buceo hasta el Chuy, pasando por Piriápolis, Punta del Este, La Paloma, etc. etc. Cabe conjeturar entonces: ¿Por qué nadie debía saber del naufragio del Mariana 1?
Capitán de Fragata Pablo De Marco. Dirigió desde Búsqueda y Rescate lo que en un principio se creyó era el naufragio al velar el mástil del Mariana 1. Me dijo que "el gomón estaba semi inflado, atado cortito a la banda de babor". Se desdijo luego en su declaración ante el Juez. Otra de De Marco, siendo custodio del velero reflotado; incurrió en la figura penal de Depositario Infiel, permitiendo el saqueo del velero y la alteración de importantes evidencias periciales.
Y otra. Habiéndosenos franqueado el acceso a nuestro velero a efectos periciales, donde en compañía de una experta en accidentología procedíamos a evaluar y fotografiar evidencias periciales, nos hizo retirar a punta de FAL (fusible ametralladora liviano) por dos fusileros de la Guardia de Prevención.
No obstante eso y bajo apercibimiento de dar intervención a nuestro Consulado, accedió a recibirnos pero no nos permitió volver a ver al velero. Forcé no obstante que me tomara denuncia de faltantes y mal trato de las evidencias, de lo que guardé copia.
Capitán de Corbeta Eduardo Cabrera.Jefe de la Sub Prefectura de Santiago Vázquez. Dirigió el reflotamiento en el Puerto de Montevideo, Base Naval.
C/F Eduardo Cabrera
Subprefecto de Santiago Vázquez
Permitió la alteración de importantes evidencias sometiendo al velero a innecesario maltrato. Pretendió no dejarnos tomar fotografías ni subir al velero reflotado.
Debí solicitar al Juez vía teléfono celular y por medio de nuestros abogados la autorización para hacerlo, que nos fue de inmediato concedida.
Otra de Cabrera:
De los elementos depositados en su custodia en Santiago Vázquez, hubo alteración y falta de elementos. Como ejemplo: gomón manoseado y mojado (excusa: fue probado para constatar si flotaba). Caña de pesca Shakespeare y reel Penn, estaban entre los elementos reflotados el día del avistamiento pero faltaron luego de la Dependencia.
Y otra más:
El día de la exposición in voce de los Peritos Navales, ante S.S. el Juez, autoridades navales, consulares, abogados, Jefe de la DIVIN, familiares, Perito de Parte, etc. al pie del Mariana 1 siniestrado, Cabrera interrumpió la exposición del perito naval oficial, Capitán de Navío Álvaro Aldecosea para que en patética actitud intentar desmerecer la opinión técnica de sus superiores, invocando la no existencia de evidencias de impacto por roda y un comentario "que hacía apenas una hora y media le habían hecho llegar respecto a la existencia en el sitio del naufragio de un antiguo hundimiento"
Capitán de Navío Gustavo Fernando Blanco Lamas. Jefe de la Jurisdicción Río de la Plata de la Prefectura Nacional Naval.
Adhirió a intentos de descalificación de la víctima, Pablo Mario Valls, haciéndose eco y respaldando los dichos de Cabrera respecto a supuesta insanía mental de mi hijo, por ser navegante solitario al naufragar y "propenso al autoconfinamiento". Estas afirmaciones las hizo por escrito a Cancillería y fueron refutadas por igual vía con reserva a acción penal por injuria grave.
En resumen:
La actitud de la Armada y la Prefectura Nacional Naval de la República Oriental del Uruguay distó mucho de ser una postura de protagonismo, ayuda o colaboración en la dilucidación de los hechos. Por el contrario, trataron desde un principio de desalentar toda investigación e incluso de trabarla.
Hechos considerables como "menores", tales como:
El hurto de la sede judicial de una carpeta con fotografías y pericias accidentológicas.
El pasaje por encima del naufragio de un barco de 4,5 metros de calado con evidente intención de hacer desaparecer las evidencias.
Las presiones hechas al suscripto para que retirara al barco sin periciar bajo amenaza de arrojarlo a la calle o al agua.
Las insinuaciones que el reflotamiento podía tener "un costo".
Las aseveraciones de un médico uruguayo (velerista, profesional muy conocido del sanatorio IMPASA de Montevideo) que había atendido en un neuropsiquiátrico de Montevideo a mi hijo Pablo para después desdecirse; justificando su actitud en presiones recibidas por la Prefectura Nacional Naval, maniobra claramente orquestada para hacerme creer que Pablo había sobrevivido al accidente pero que no quería ver a su familia.
Y un sinnúmero de acciones aisladas; como la intervención en el Foro de www.cibernáutica.com.ar por personajes escudados en seudónimos que cada tanto impulsan acciones de encubrimiento o distracción, dan pleno fundamento a mi convicción que el naufragio del Velero Mariana 1 donde perdiera la vida mi hijo Pablo, está manejado por quienes defienden su impunidad por medio de un Pacto de Silencio.